20 de marzo de 2007

Biografía de Luis Ramiro


Quiero dejar constancia aquí de la maravillosa biografía de Luis Ramiro escrita por Jesús Sarabia.

Jesús Sarabia también es el responsable de mi biografía, que aparece en mi web, y del diseño del disco Castigado en el Cielo que veis a la izquierda de estas líneas.




ACERCA DE LUIS RAMIRO (NO AL ESPANTAJO)

Hola, buenos días. Estoy cansado. Luis Ramiro no es Andrés Lewin. No, no lo es. Ambos sobrevalorados seres se conocen, incluso cabría decir que tienen ciertos vínculos afectivos. Dado que tuve alguna vez la mala fortuna de cruzarme en el camino de estos atávicos y/o conductualmente aviesos ciudadanos, hoy comenzaré, con este escrito que ahora comienza, la serie de moralizantes e hiperestéticas biografías de estilo neoclásico que tratarán de mostrar a la mayor cantidad de gente posible el enorme fallo que tuvo nuestro gran creador al concebir la existencia de estos petulantes personajes. Ahora hablaré de Luis, esto es lo que haré en las líneas que siguen a esta breve y especialmente lenguaraz introducción, pues considero que esta es quizás la última oportunidad que se me brinda para hacer las cosas bien, y no mal.

Es normal que alguien, por ejemplo, que en este preciso instante, por la tarde, en un lugar cualquiera, en el que lee estas amables palabrotas, pueda quedarse estupefacto, que no tumefacto, al oler el olor a putrílago que desprende la desesperada enumeración de excelencias y, ¿por qué no?, miserias, que se adhieren como asquerosas acelgas en la espalda- metafóricamente hablando, claro-, de Luis, el magnate del linóleo.


PARTE PRIMERA

Luis nace, aproximadamente, un feliz día de octubre de 1970, a la edad de 13 años. En aquel preciso instante, un gigantesco asteroide pasaba demasiado cerca de nuestro planeta, advirtiéndonos de algo.

Su queridísima por mí madre, así como su ultrapreciado por mí, y superbienintencionado padre, el cual asistió al parto del asqueroso cantautor, quedaron estupefactos, que no tumefactos, al observar que el repugnante bebé nacía portando un cuchillo entre los dientes. La matrona sonreía, según el testimonio de su auxiliar, reflejado en el parte del parto, con una malévola sonrisa, más propia de una zorra de Satán, o de un cazador furtivo, que de una profesional de la medicina.

Debo hacer las cosas más o menos bien, pues se me encoge el corazón ante la posibilidad de hacerlo mal.

He explorado innumerables países a lo largo de mi larga existencia, pero no encontré ¡jamás! Criatura de Dios más demagógica y espinosa que Luis el cantautor.

Luis comenzó su caminar por esta grotesca vida que nos tocó vivir, con unos alicates, como dije antes; pronto comenzaría la debacle.

A mi juicio, su precoz afición a los negocios es un dato muy significativo acerca de su personalidad. Luis es esa clase de persona incapaz de pedir perdón al que lo necesita y de situar su mano sobre el hombro del desperado, ni siquiera prestará ¡nunca! apoyo logístico a un amigo que arruine sus nalgas pateando las calles de esta maltrecha ciudad con el fin de prestar algún servicio al fétido cantautor.

Luis hizo una fortuna con la industria del linóleo. Ten por seguro, amigo lector, que tus hijos, así como los míos, darán sus clases de educación física sobre el suelo fabricado por L.L.L. (Linóleos Luis Luis). Esto le otorga un poder que difícilmente podremos soportar.

Yo nací con él. Nuestras madres parían a la vez y en el mismo lugar. De hecho, apretaban la una contra la otra las plantas de sus pies. El salió unos segundos antes. Cuando conseguí sacar mi cuerpo del de mi madre, Luis me saludó y me dijo estas palabras que no olvidaré jamás: “Te voy a putear hasta que revientes”. Mi vida, entonces, es un infierno desde el comienzo, gracias al funesto personaje al que van dedicadas estas frases.

Se puede decir que Luis ha consagrado su vida a agobiarme, esta es su principal obsesión, y por tanto, también la mía.

Yo soy una persona débil, si bien de rasgos abruptos, aunque agradables.

Yo conseguí montar en moto algunas veces, he terminado un ciclo de grado superior, fui una pequeña leyenda del instituto durante mi especialmente breve adolescencia.

Pero, a pesar de todos estos inmensos logros, que me situarían en un lugar de honor dentro del sistema meritocrático, no consigo sentirme bien. Cuando cierro los ojos, prácticamente siempre aparece la imagen de su carnosa nariz, más amenazadora que la mirada inexpresiva y criminal de un varano, algo de lo que, por otra parte, también está dotado.

Edulcora cualquier velada con cualquier vulgar tonada. Nunca toca tralla, y a mí eso me ralla. ¡Dios!, lo que daría por aplastarle en una plaza gracias a la fuerza de mi vigoroso pecho.

Todo esto que dije antes, ¡y me refiero a todo!, pretendo que sea una advertencia para nuestras más jóvenes generaciones ¡Para tus hijos, lector! Para que sepan que nunca hubo hombre tan lobo para el hombre como Luis el magnate del linóleo.

Me obligan en este momento a decir que Luis Ramiro tiene un espacio cibernético donde cualquiera puede llenar su cabeza de imbécil información acerca de su persona: www.luisramiro.com También me obligan en este preciso instante, mediante muy sutiles métodos, a decir que Andrés Lewin recomienda visitarlo.

Jesús Sarabia

15 de marzo de 2007

Solucionar problemas


Yo estaba en un segundo piso de la calle Gran Vía, a la altura del Vips llegando a Plaza de España. Pero donde yo estaba, en lugar de pared había un gran ventanal que daba a la calle. Desde el ventanal yo veía mucha gente yendo y viniendo, porque era hora punta. De repente descubrí que en una mesa había un ratón de ordenador, y empecé a moverlo. El ventanal era de tal naturaleza, que no sólo era un cristal transparente, sino también una especie de pantalla de ordenador. Los movimientos que yo hacía con el ratón, se reflejaban en el puntero, que se movía en el ventanal-pantalla.

Al principio jugué a perseguir con el puntero a la gente que pasaba por la calle, y no sabía qué interés podía tener que la ventana fuera una pantalla de ordenador. Pero en cierto momento pulsé el botón derecho del ratón sobre una de las personas que pasaba, y para mi asombro, apareció alrededor de esa persona una especie de aura de color verde. Y no sólo eso, sino que en el ventanal-pantalla se abrió un desplegable con varias opciones. Una de las opciones del desplegable era "solucionar problemas". Hice click en "solucionar problemas" sobre esa persona, y el aura verde tuvo una vibración intensa y desapareció elevándose. Había solucionado sus problemas.

En ese momento me di cuenta de que yo estaba en un sueño, porque aquello era demasiado excepcional como para suceder en al vida real. En estos casos, la ciencia no ha determinado si durante el sueño uno sabe que está soñando con la consciencia y la lucidez propias de la vigilia, o si el hecho de ser consciente de que uno está soñando sólo es parte del sueño, y se tiene una sensación ilusoria de consciencia y lucidez, que no son reales. Pero da igual cómo funcione el asunto, el caso es que yo me di cuenta de que estaba soñando, pero creía que a pesar de ser un sueño, la gente que estaba viendo pasar por la calle era gente que existía en el mundo real, que de alguna manera se había colado en mi sueño, y que yo podía solucionar sus problemas reales en ese momento. Sus problemas no existirían, a la mañana siguiente. Se trataba de una especie de oportunidad única que me había sido concedida sólo durante el tiempo que estuviera soñando. Así que me puse manos a la obra, deseando qu! e no sonara el despertador.

Durante el sueño, me convertí en un ser super-humanitario, e intenté solucionar los problemas de la mayor cantidad de personas posibles. Empecé a perseguir a la gente con el ratón, después botón derecho, aura verde y desplegable, "solucionar problemas", vibración y elevación del aura y a por otra persona. Había un detalle interesante: si las personas andaban demasiado deprisa no se les ponía el aura verde al hacer click sobre ellos, y yo no podía ayudarles.

Poemas de amor y comida




La imagen de arriba refleja la quintaesencia de estos poemas que escribí en 2006. Espero que os gusten.


AMOR DESIGUAL

Desde que te conozco
en mi ventana se posa una gaviota,
y en la tuya un pangolín.


GENTE ENAMORADA

Me voy cayendo
por el túnel oscuro de gaviotas
que me lleva a la zona más sangrienta de Bagdad.
Voy de la mano del coronel amigable y asesino
que me da la plasta con su historia de amor más tierna que la mía.
Acto seguido revienta en mil pedazos,
y yo no.


COMIDA ARGENTINA

Cuando te vas,
mi barrio se hace pequeño,
se derrumban los edificios
y desaparecen mis vecinos.
Al final solo queda mi casa,
y descubro que mis vecinos
se han amotinado en la cocina.

Y se comen mis empanadas.

No les daré mis trucos.



LA SOLUCIÓN

Por la calle,
todos los chicos son más guapos que mi novio.
Pero el más guapo de todos,
el que duerme a mi lado,
un día pasó por la calle.

No quisiera leer en sus ojos un adiós.

Por eso hemos pintado mi habitación con tráfico,
semáforos
y estaciones de metro.


LA CAMA MALACOSTUMBRADA

El día que te comí la polla en aquel parque,
cuando volví a casa,
mi cama había cambiado de sitio
(malacostumbrada a tener porno en vivo,
esta vez no quería perdérselo).
Pero no pudo pasar por la puerta.



CEMENTERIO DE BESOS

Por cada beso perdido
hay un pequeño ataúd.

En la lápida está el nombre
del que quiso dar el beso
junto al nombre
del que quiso recibirlo.

Para los besos unidireccionales,
esos que sólo tienen remitente,
las autoridades gastan menos dinero.

Suelen acabar en fosas comunes.



AGUJERO

Hay una cosa
que va de tu casa a la mía
pasando por la panadería
y dejando un agujero.

Llevo una semana intentando escribir una nana
pero me duermo.



VOY A

Voy a empezar un diario.
Voy a ir al gimnasio.
Voy a dejar de fumar.
Voy memorizar el diccionario.
Y entre plan y plan, espero vivir un poco.

Alguien debería catalogar este trastorno.



CARGADOR DE MIEDOS

Tengo miedo.
Estoy cargando miedos.
Tengo miedo a tener miedos
porque me han dicho que el miedo engorda y mata.



ENTREVISTA

-Háblanos de tu futuro ¿Qué proyectos tienes en la actualidad?
-Seguir viviendo, y procurar no perder la vida, y procurar conseguir
cosas placenteras para mí, respetando las leyes.
-Según nos han informado, hace poco has tenido un desengaño amoroso.
¿Cómo te encuentras al respecto?
-Estoy irremediablemente mejor, y eso me produce una gran tristeza.
-Muchas gracias, ha finalizado la entrevista.
-Gracias a vosotros por llamarme.



MIS AMIGOS

La amistad es lo único que permanece.
El amor, sin embargo,
tiene escrito su final desde que empieza.
Amigos, pedidme lo que queráis,
que yo hablaré con mis contactos de las altas esferas,
en alguna petit comité,
para que muevan los hilos a gusto de todos.




GIMNASIO SIN ARDILLAS

Necesito endorfinas.
A partir de hoy no voy a parar de correr.
Como en el parque hace frío,
me he apuntado al gimnasio.
He corrido media hora en la cinta
y he estado otros diez minutos con la bicicleta.

En el parque hay ardillas.
He visto que en el gimnasio no las hay.
Un día me persiguió una ardilla durante diez segundos.
Finalmente paré en seco y me di la vuelta,
nos miramos a los ojos y la disuadí.

Al salir del gimnasio he tenido un pequeño mareo.
Hacer deporte nunca ha entrado en mis planes.
Me acordé de la canción de Calamaro que dice
"Yo te prometí hacer deporte pero era una mentira para robarte un tal
vez".
Calamaro es un genio,
no puede estar más claro.

A la salida del gimnasio,
confundí al señor que pica los tickets con una ardilla.
Le di el pan que tenía preparado y se lo comió.



EL INCREIBLE INCIDENTE DE ONDA SEIS

Hoy puedo anunciar
que ya no necesito Válium

¡Pero qué grandes momentos hemos vivido juntos!

Las televisiones siempre me han puesto muy nervioso.
En aquella ocasión,
faltaban 10 segundos para entrar en directo.
Yo no quise que los presentadores y los cámaras se dieran cuenta,
y decidí tomarme mi válium de manera resuelta,
natural,
como si me estuviera comiendo un caramelo.
Para conseguir ese efecto
me lo lancé alegremente a la boca
(en lugar de introducirlo cuidadosamente bajo la lengua).
Pero sucedió que el válium rebotó en un diente,
y cayó en medio del plató,
ante la mirada estupefacta
de los dos presentadores,
los dos cámaras
y mi manager,
que sabía que era un válium
y fue corriendo a recogerlo
y fue captado por las cámaras
que en riguroso directo
le grabaron agachándose y diciendo
de manera silenciosa y clandestina,
"no me lo puedo creer"

Yo creo que los demás asistentes a la escena pensaron
que se me había caído un diente.


Mientras cantaba mi canción,
no pude evitar reírme.

Según el resto de asistentes a la escena,
me reí con un diente menos.

Gracias, Válium,
por todos los buenos momentos que hemos pasado juntos.

Amén.


RECETA DE POLLO HINDÚ

Esta receta está concebida
para dos o tres personas.
Nunca comer en solitario
ni en reuniones de más de cuatro personas,
o el pollo explotará.

Se compra media pechuga de pollo en la pollería.
Se le pide al pollero que el pollo no tenga gripe aviar.
Se le pregunta si han disminuido mucho las ventas de pollo.
Si dice que las ventas han disminuido le preguntaremos “¿Puedo comerte
la polla?”
y los acontecimientos irán indicándonos los pasos a seguir.
No hay que descartar la posibilidad
de tener un incidente desagradable con el pollero.

Si el pollero dice que no han disminuido las ventas de pollo,
le pedimos que trocee la pechuga en cubitos,
ya que queremos hacer una receta oriental.
Si notamos en su cara que le ha parecido excesivo comentarle
que vamos a hacer una receta oriental,
le preguntaremos "¿Puedo comerte la polla?",
y los acontecimientos irán indicándonos los pasos a seguir.
No hay que descartar la posibilidad
de tener un incidente desagradable con el pollero.
Tampoco hay que descartar la posibilidad
de tener una interacción agradable con el pollero.

Llegamos a casa.
Nos ponemos a sofreír dos cebollas.

Durante la cena podremos relatar qué ha pasado con el pollero,
cómo se desarrolló la acción,
etc.

Es recomendable servir el pollo
exclamando “¡Vengo de Paris!”


AHÁ...

Ahora estoy muy ilusionado con mi carrera.
De repente la valoro mucho más que antes.
Lo malo es que llego a casa y mi gato suelta mucho pelo.
También es difícil cortarle las uñas porque muerde,
pero dentro de poco le empezaré a drogar.
Mi gato es muy bonito y le quiero.
Su belleza es su salvoconducto, y también Emilio es su salvoconducto.
Siempre le digo que tiene un pie en la calle,
que como siga así le dejaré fuera
y tendrá que pelearse con otros gatos,
pero él no me hace caso.
Es como un adolescente conflictivo.
No importa.

Con el programa de puntos de MoviStar me han dado un móvil nuevo.
Pero no lo uso,
porque no conserva los mensajes de Emilio
y eso me pone triste.
Y un teléfono móvil
no debería ponerme triste.

Hoy en el supermercado
me he comprado una "raqueta eléctrica exterminadora".
Es una raqueta para matar mosquitos, moscas y "pequeños animales",
tal como dice el plástico que la envuelve.
Bueno, en realidad estaba con unos amigos
y compramos varias raquetas,
algunas para nosotros
y otras para regalar.
Es un objeto increíble.
El concepto de matar moscas a raquetazos es sorprendente.
Una mujer nos vio llevarnos muchas raquetas y no lo entendió.
No importa.

Echo de menos a Emilio.
Me paso en el transporte público una media de cuatro horas al día.
Emilio está en Turín,
y me gusta pensar que me está echando de menos.
Ojalá fuera cierto.


He limpiado las ventanas por fuera y las persianas.
He dejado mi casa muy limpia.
Tengo un horario de clases muy bien organizado,
y una tabla de adelgazamiento muy bien organizada.
Mis amigos me dicen que estoy muy organizado.
Algunos creen que ya no soy un artista
y yo les digo que sí.

Tengo sueño,
todo el día tengo sueño.
Suelo pedir café "con muy poco café".
Si me tomo un café normal me pongo muy nervioso.

Mi tendencia general a ser mejor persona
supone dormir una media de seis horas al día.
La conclusión es que si se duerme seis horas,
se tiene sueño.

A veces me duermo.
Me despierto
y me como una zanahoria.

Últimamente tengo ilusión por todo.
Me siento bastante optimista.
No quiero pensar que voy a la deriva
empujado por los neurotransmisores de mi mente.
Quiero pensar que lo estoy haciendo yo.
Pero eso sí,
por las noches siento tristeza.
Me acuerdo mucho de mi madre.

Menos mal que Emilio está en Turín
echándome de menos.



ME EXPANDO

Me expando.
Me expando como el Universo.
Dicen que he engordado.
Es verdad que llevo mucho tiempo expandiéndome a lo ancho,
pero ahora también he decidido viajar,
conocer nuevos horizontes.
Me espera esta maravillosa España,
este crisol, esta amalgama de culturas,
este cruce de raíces, piedra en el camino y ardillita en el árbol.
Y osos y lobos y ovejitas,
animales de amor.
Necesito saber cómo nació la expresión “Ancha es Castilla”.
Y me inquieta pensar qué opinan los rusos de todo esto.

No nos olvidemos tampoco de ese parquecito en Pamplona
donde los animalitos conviven en paz y armonía.
Cuando veo el telediario me entran ganas
de lanzarme con ellos.

No estoy seguro de si a la inversa,
cuando ellos ven el telediario
tienen ganas de lanzarse hacía mi.
Yo espero que no
y supongo que no,
y aunque tendrían motivos para hacerlo,
ellos no ven el telediario.

Y además yo vivo en Madrid.

Adoro la comida japonesa.
Tengo una especial relación masoquista
con la cosa verde de rábano.

Veréis que hablo mucho de comida.
Pensaréis que es prosaico y glotón.
Pero en mis viajes he descubierto
que la gastronomía también es cultura,
y los veinte kilos que me sobran
son veinte kilos de cultura.

¿Podía yo negarme a conocer los platos típicos de cada lugar que he
visitado,
teniendo en cuenta además que nunca pagué nada?

Puedo decir
que he vivido al límite.
Quizás el momento más extremo
lo protagonicé en el hotel de Barcelona,
cuando aprovechando el buffet libre de desayuno
me comí para desayunar
treinta choricitos.



EL FIN DE LA GRASA

Hoy me enfrento a mis pasiones
con la fiereza de un guerrero:
salgo a la calle con un tupper
lleno de zanahorias peladas,
y me las como.

Es el fin de la grasa.

En este día para la historia,
voy a hacer un homenaje emocionante
a los pilares fundamentales
de mi pasado.

Quiero dar un saludo afectuoso,
cariñoso y palatable
a la alegría de estos conceptos.



LA FIESTA DE LA PALATABILIDAD

En la industria alimentaria,
se usa el término palatabilidad
para designar aquellos alimentos
que en contacto con la lengua
producen una sensación de placer,
y su característica fundamental
es que contienen grasa,
de modo que,
según la industria alimentaria,
sólo lo que tiene grasa es palatable,
y sólo lo que es palatable está bueno,
y por tanto,
sólo lo que tiene grasa está bueno.

Y ésta fue mi guía
en los días de incertidumbre.



LA DEBACLE ALIMENTICIA

El remedio a mi tristeza
eran dos pizzas familiares
con extra de queso
y un mínimo de tres ingredientes,
que en ningún caso podían ser pimientos
o ninguna otra verdura.
Al terminar con todo era habitual
tumbarme en el sofá
para lamentarme y repetir
"qué arrepentimiento,
qué arrepentimiento".

El día de la Gran Debacle,
que hoy recuerdo
con una mezcla de pavor y nostalgia,
tuve que abrir la mesa del salón como si hubiera invitados,
porque además de las pizzas,
hubo fuet,
patés,
hamburguesas,
batido de chocolate,
patatas fritas,
Coca Cola,
pasteles variados,
una baguette
y una palmera de chocolate blanco.

Y éstos eran mis compañeros
en los días de soledad.



LA BALADA DE LA GRASA

Del mismo modo que una balada
es una forma musical
sosegada y tranquila,
la Balada de la grasa
tenía orden,
armonía
y grasa.

La preparación casera de alimentos,
(siempre y cuando engordaran mucho)
traía la calma
en los días de angustia.



LA OPERACIÓN TONELADA

Era imprescindible
dejar panceta en la nevera,
tocino,
una lata de fabada
y calamares fritos.
Al volver a casa
a las cinco de la madrugada,
quizás un poco abrumado por el alcohol,
ésta era mi compañía,
ésta era mi luz,
ésta era mi alegría
en los momentos de tristeza.




VENDO AMPLIFICADOR DE BAJO

A un amplificador de bajo
se le pueden conectar otros instrumentos,
no solamente un bajo,
sino también una guitarra eléctrica
o un teclado.

Debido a la unión emocional que tengo con mi amplificador,
no lo venderé si lo queréis conectar a una ocarina.



MEMORIA

Viene a mi memoria
el mar sacudiendo la puerta
y alguien que no podía oler
sepultándose en rosas.



TRATO

Corazón:
puesto que seguirás bombeando mi sangre para que yo viva,
y puesto que te otorgaré mi sangre para que vivas,
he pensado que deberíamos ser amigos.



CONVERSACION EN LA COCINA

-¿Has echado el agua de la lluvia en el puchero?
-Sí.